Byung-Chul Han ha escrito un libro lucidísimo: “La sociedad paliativa” (Herder). En él piensa el presente según acontece y escanea nuestra vida anestesiada contra el dolor. Afirma que los analgésicos esconden el problema y que cada vez aguantamos menos. Añade que el “persistente sinsentido de la vida misma” nos lleva, paradójicamente, a buscar otras emociones. Lo que producía arte y literatura es ahora un vacío y ya “no es posible ningún lenguaje ni ninguna poética del dolor”. Y ahuyentamos también al prójimo porque “la sociedad paliativa elimina al otro como dolor”. Peor aún: la paciencia y la espera “como posturas espirituales se están erosionando”. Así pues, concluye, ignoramos el dolor como antesala de la muerte, que es lo que nos hace humanos.
top of page
bottom of page
Comments